China explica su nueva política sobre la adopción
BEIJING
El Gobierno chino aseguró ayer que las nuevas normas de adopción en el país no buscan restringir el número de extranjeros que pueden adoptar a niñas y niños chinos, sino garantizar que éstos reciben el mejor cuidado familiar posible. Esta ha sido la respuesta de Beijing a las críticas suscitadas en países occidentales por estas medidas, que entrarán en vigor la próxima primavera. Según explicó el director del Centro para los Asuntos de Adopción (CCAA) del Ministerio de Asuntos Civiles, China cuenta actualmente con «muchos menos niños disponibles» para la adopción por parejas extranjeras. «Cada vez más familias chinas han adoptado niños de nuestro centro en los últimos años, y el desarrollo económico y social ha hecho que cada vez menos niños sean abandonados o queden huérfanos», matizó Lu, citado por la agencia oficial Xinhua, que recuerda que las convenciones internacionales estipulan que se debe dar preferencia a las parejas nacionales a la hora de la adopción. Según Lu, el número de extranjeros que solicita adoptar a un niño en China ha aumentado, por lo que el periodo de espera actual es de unos catorce o quince meses. «Las nuevas normas ayudarán a acortar el periodo de espera para los extranjeros cualificados y acelerarán el proceso para los niños, en especial los discapacitados, con el fin de que puedan ir a nuevas familias y conseguir una mejor educación y tratamiento médico de forma más rápida», dijo. El responsable chino aseguró que la nueva normativa ha sido pensada en interés de los niños para garantizarles condiciones familiares óptimas. Las nuevas normas, que entrarán en vigor el 1 de mayo de 2007, dificultan a los extranjeros con sobrepeso, solteras y en situación económica precaria. Por contra, se da prioridad a parejas extranjeras acomodadas de entre 30 y 50 años.
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