El PP desoye los cantos al acuerdo y pide a Zapatero que dé la cara en el Congreso
Los llamamientos del Gobierno español a la búsqueda de un acuerdo para «sumar fuerzas» han sido desoídos por el PP, que lo que exige es que Zapatero dé cuenta en una pleno especial del Congreso de «cuál va a ser su política antiterrorista». El PNV respalda buscar un consenso pero rechaza el «Pacto Antiterrorista».
GASTEIZ
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a insistir ayer en que tras el atentado de Barajas «lo que procede es que todos los partidos sumen fuerzas junto al Gobierno para acabar con la violencia». Recordó que ha convocado a los distintos grupos a una ronda de encuentros la próxima semana y consideró que todavía «es demasiado prematuro» avanzar cuál puede ser la formalización de esa búsqueda de consenso.En todo caso, Rubalcaba explicó que «todo el mundo tiene que entender que haya una relación espacial con el PP» en la lucha contra ETA, pero que ésta «no puede impedir» que esa estrategia se comparta con el resto de partidos. Sin embargo, el PP se muestra muy poco receptivo a estos llamamientos al consenso. Ayer, tras una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo, Mariano Rajoy se preguntó sobre qué bases quiere hacerse ese nuevo consenso e insistió en la vuelta al llamado «Pacto Antiterrorista» del año 2000. Junto a esto, el líder del PP reclamó la convocatoria de un pleno en el Congreso de los Diputados que está fuera del periodo de sesiones para que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, explique «qué es lo que ha ocurrido y sobre todo qué es lo que quiere hacer en el futuro». La dirección del PP cree que Zapatero mantiene su apuesta por el proceso de diálogo con ETA y por eso demanda su declaración explícita. La petición del PPfue criticada por otras fuerzas como ERC, que le acusó de buscar «la confrontación y el rédito electoral». El partido catalán señaló que «no le parece mal» la idea del Gobierno español de buscar un nuevo acuerdo, pero que habrá que «ver cuáles son las condiciones». IU también apuesta por el consenso entre todos los grupos. Desde Euskal Herria, el PNV insistió en que la lucha contra ETA no debe ser motivo de división entre los partidos, aunque rechaza «el mal llamado Pacto Antiterrorista» que en 2000 firmaron PSOE y PP. También el consejero de Justicia de Lakua y miembro de la dirección de EA, Joseba Azkarraga, recordó que aquel pacto tuvo «resultados nefastos».
El presidente quiere un colchón nuevo
Iñaki IRIONDO
El duro atentado del pasado sábado ha desconcertado al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que en los últimos días ha vuelto a dar muestras de ser extremadamente sensible a las presiones que le llegan desde la derecha. Bastó que el PP y sus altavoces mediáticos consideraran blanda su referencia a la suspensión del diálogo con ETA para que el Ejecutivo corriera a hacer suyos los calificativos que le exigían desde la calle Génova. Pero una vez más ha quedado demostrado que Rajoy, Acebes y compañía son insaciables. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció una ronda de contactos con todos los grupos del Congreso, pero la difirió hasta la semana que viene, probablemente con la esperanza de que para entonces un comunicado de ETA haya contribuido a clarificar la situación. El Gobierno español no busca la vuelta al llamado Pacto Antiterrorista que solemnemente firmaron José Luis Rodríguez Zapatero y Javier Arenas bajo la paternal mirada de José María Aznar el 12 de diciembre de 2000. Lo que el presidente del Gobierno español requiere hoy del resto de partidos es la ratificación explícita de que sigue contando con su apoyo. Necesita un colchón nuevo para los próximos meses. Probablemente, buscará también algún elemento de endurecimiento de posiciones ante la izquierda abertzale. Pero, a buen seguro, estará dando ya por descontado que en esta fase tampoco va a contar con el apoyo del PP. No es malo que el Gobierno español afronte la situación con el mayor consenso posible. La cuestión de fondo es en qué dirección va a dar sus pasos. Si va a buscar retomar el proceso con bases más sólidas, desde la convicción de que el diálogo es la mejor opción, o si su «temple y tenacidad» se diluyen cuando los momentos «duros y difíciles» le tocan también a él. -
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