ROMA
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) denunció que un tercio del presupuesto mundial de la ayuda alimentaria se gasta en los países donantes y nunca llega a los destinatarios, por lo que propuso cambios drásticos en la forma en que se gestiona y distribuye.
En la última edición de su informe anual «El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA 2006)», la FAO destaca que hasta un 90% de toda la ayuda alimentaria está vinculada, de una u otra forma, a algunas condiciones específicas relativas a la adquisición, la elaboración y el transporte en los países donantes. Además, la mayoría de las donaciones en efectivo están condicionadas a requisitos de adquisición y distribución que dificultan a las agencias encargadas de distribuir la ayuda a la hora de utilizar de la forma más eficaz estas donaciones y de garantizar que lleguen a la gente que más la necesita.
Por otro lado, la FAO pide que la ayuda se haga en dinero en efectivo o cupones para alimentos, más que mediante envíos alimentarios «que pueden afectar a los productores y los mercados en los países receptores, y crear distorsiones en el comercio agrícola internacional».
En su informe la FAO reconoce la importancia de la ayuda alimentaria, pero advierte de que «en muchos casos es utilizada porque se trata del único recurso disponible y no porque sea la mejor solución (...) Siempre que sea posible, es mejor enseñar a la gente a pescar que darle pescado».
En estos 20 años las emergencias humanitarias se han duplicado en el mundo y sólo en Africa se han triplicado.