Como personas comprometidas con los derechos del pueblo vasco prestamos una atención prioritaria a la exigencia de un proceso político que permita el reconocimiento y respeto pleno de estos derechos. Es evidente que sólo podrá avanzar con una progresiva movilización social, pero este proceso se sitúa en un contexto político del que no puede abstraerse, y en el que adquieren gran importancia las próximas elecciones previstas en los estados español y francés para 2007, y en concreto las forales en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, autonómicas en Nafarroa y municipales en estos cuatro territo- rios. Estas elecciones pueden entenderse como un elemento perturbador, o como una oportunidad para fortalecer a la izquierda abertzale, ampliar los sectores sociales progresistas e independentistas y consolidar el espacio popular comprometido con una Euskal Herria dueña de su futuro.

Si nos ceñimos a Nafarroa, resulta obvio que la sociedad percibe ya este cercano reto en clave de proce- so. La posibilidad de desplazar a UPN del gobierno autonómico va unida a la discusión política de fondo y el Amejoramiento del Fuero se enfrenta a su vigésimo aniversario aquejado de una grave enfermedad. Aunque haya agentes interesados en desfigurar este reto e inflar las expectativas de un relevo en el poder liderado por el PSN de Chivite-Puras, IU y una Nafarroa Bai cuyos hilos son movidos desde Sabin Etxea, es impensable entender la situación política navarra y las próximas elecciones sin reparar en una izquierda abertzale que a modo de ave Fénix demuestra capacidad para superar terribles dificultades, recuperar fuerzas y perfilarse como protagonista imprescindible del cambio.

En estas coordenadas, mientras algunos centran su atención en las perspectivas de reparto de poltronas y otros creen que podrán neutralizar a la izquierda abertzale con el chantaje de la Ley de Partidos, nosotros hemos hecho una apuesta por la suma de fuerzas, el debate, los contenidos y la participación. Le hemos llamado proceso de debate Amaiursarea, y consiste en un esfuerzo que queremos convertir en gigantesco para que miles de personas formulemos colectivamente una propuesta política para cambiar Navarra.

Queremos trabajar en auzolan, cada cual según sus posibilidades, preferencias, prioridades, pareceres y/o capacidades. No es un procedimiento de reciente invención. En auzolan se construyó la izquierda abertzale y en Euskal Herria sabemos bien cómo se crea algo nuevo desde la solida- ridad y la cooperación. Además, vivimos en el siglo XXI y las nuevas tecnologías nos ofrecen instrumentos que complementan los de siempre: la reunión, la conversación, el saludo, la discusión, el mensaje escrito... Las tradicionales ponencias se combinan con el correo electrónico y la fuerza viva de la palabra haciendo que miles de cerebros y corazones sumen sus energías y redacten un proyecto palpitante y pleno de energía transformadora.

Hemos comenzado a andar con fuerza. Abarrotamos con más de 600 personas la Casa de Cultura de Burlata en nuestra primera presentación, hemos repartido y seguimos repartiendo miles de copias del primer borrador y estamos dando forma a más de diez talleres específicos de debate, algunos ya en marcha y que pronto tendrán su reflejo público mediante la página web. Estamos recogiendo aportaciones y vemos con satisfacción cómo responden positivamente a nuestra invitación personas que en las últimas elecciones habían elegido opciones diferentes a la izquierda abertzale. Estamos sumando fuerzas, estamos construyendo una alternativa fuerte, y vamos a hacerlo de un modo cada vez más eficaz.

El primer borrador que hemos elaborado insiste en la necesidad de cambiar el estatus de Nafarroa dando el protagonismo a la ciudadanía. No es lo mismo democratizar Navarra que llevarse un trozo del pastel, y para nosotros y nosotras la prioridad está clara. Por eso queremos sacar a UPN del gobierno y mucho más, comenzando por acabar con el caduco modelo político de la partición. Hay que poner fin a las agresiones al euskara, reconociendo los derechos lingüísticos a todas las personas en toda Nafarroa. Hay que detener todas las formas de criminalización, represión y apartheid y garantizar que todas las ideas pueden defenderse en plano de igualdad.

Y esto debe hacerse desde la izquierda. Desde una izquierda coherente, que hace lo que dice y dice lo que hace. Una izquierda que se enfrenta a la corrupción en todas sus formas, pero también a los macroproyectos que destruyen nuestra tierra y llenan bolsillos privados de dinero público. La izquierda dice no al TAV, no al pantano de Itoiz, no a las centrales térmicas, no a la precariedad, no a la deslocalización, sí a una renta básica digna y a una política económica nueva que prime los intereses sociales sobre los de las multinacionales y ciertas minorías acomodadas. Esta izquierda apuesta por los derechos de las mujeres, la juventud y las personas mayores, y por los derechos de las personas que han tenido que venir desde otros puntos de planeta a nuestro país para huir de la pobreza.

La izquierda que estamos afianzando tiene memoria histórica, y no olvida los crímenes del fascismo. Esta izquierda defiende la plena democratización de las instituciones, la transparencia y el control social de la acción política. Esta izquierda hace frente a lo que los zapatistas acertadamente han llamado el mal gobierno, y quiere que sea el pueblo quien gobierne.

Podríamos seguir, pero no queremos hacer un planteamiento cerrado. Estamos debatiendo y contamos con toda aquella persona que se identifique con esta necesidad de cambio.

Somos conscientes de que la situación política de nuestro país está ahora mismo marcada por los intentos del Gobierno español y sus aliados de desnaturalizar el proceso. Así no puede haber proceso: esto es una obviedad. Cuando insistimos en llevar adelante este debate y suma de fuerzas no hacemos abstracción de este panorama. Por el contrario, tenemos los pies en la tierra, y por eso sabemos que hay que trabajar en todos los campos para construir un escenario diferente. Porque defender el cambio político en Nafarroa es crear bases para el proceso. Porque el protagonismo de Nafarroa en el proceso es clave para que éste avance, y porque, sencillamente, como se ha señalado más de una vez, sin Navarra el proceso es impensable.

La Nafarroa del siglo XXI va a ser roja, como la bandera de quienes en 1512 se opusieron a la conquista española, y porque la izquierda va a tener un protagonismo decisivo en el futuro. ¡Contamos contigo! -

(*) Integrantes de la izquierda abertzale de Nafarroa