EEUU saluda la iniciativa mientras la UE hace votos por un compromiso realista
El plan de la ONU abre las puertas a la independencia de Kosovo
·Las autoridades de Belgrado no ocultan a Ahtisaari su desacuerdo con la propuesta
Los gobiernos de Belgrado y Pristina coinciden en constatar que la propuesta presentada por el enviado de la ONU, Martti Ahtisaari, abre las puertas a la independencia de Kosovo. Belgrado no oculta su rechazo a un plan que ayer recibió el aplauso de EEUU, mientras que la UE mostraba más cautela.
PRISTINA/ BELGRADO
El presidente del Gobierno de Pristina, Fatmir Sejdiu, valoró que el plan presentado por el mediador finlandés Martti Ahtisaai garantiza que Kosovo «será un Estado independiente, unica solución para su futuro».«Aceptamos esta propuesta y entregaremos nuestras consideraciones y sugerencias cuanto antes», señaló Sejdiu, líder de la formación moderada PDK liderada por el finado Ibrahim Rugova, al leer una declaración en nombre del equipo negociador albano-kosovar. Uno de los principales miembros de este equipo, el otrora líder político de la organización armada independentista UÇK, Hashim Thaçi, coincidió por su parte en que «no queda ya vestigio alguno de soberanía de Serbia sobre Kosovo». «La integridad territorial está garantizada (...) Kosovo logrará su merecido estatus internacional», se felicitó Thaçi, dirigente del opositor PDK. Similar conclusión, aunque con la valoración justamente contraria, sacó el presidente serbio, Boris Tadic, del plan que Ahtisaari le entregó en mano en Belgrado antes de trasladarse a la capital kosovar. «El plan abre la posibilidad de un Kosovo independiente (...) Ni Serbia ni yo mismo lo aceptaremos jamás». Tadic, favorito de Occidente para dirigir la difícil «transición» de Serbia, reconoció que «las propuestas no mencionan explícitamente la independencia de Kosovo, pero tampoco la soberanía de Serbia sobre nuestra provincia». Pese a negarse a recibir a Ahtisaari, el todavía primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, bramó contra su plan tildándolo de «ilegítimo» y, partiendo de la tesis de que Kosovo es parte de Serbia, le acusó de «modificar el estatus de Serbia, violando la Carta de Naciones Unidas y los principios del derecho internacional». Por de pronto, Tadic convocó a los líderes de las formaciones con representación parlamentaria a una reunión pasado mañana «para debatir las medidas de cara a defender los intereses de Serbia».
El SRS pisa el acelerador
El Partido Radical Serbio (SRS), liderado por el prisionero en La Haya acusado de crímenes de guerra Vojislav Seselj, exigió la convocatoria urgente del nuevo Parlamento salido de las elecciones del 21 de enero con el objetivo de «proceder a la sesión de investidura y adoptar una resolución sobre Kosovo», señaló su vicepresidente, Tomislav Nikolic. El SRS es la primera fuerza en el Parlamento serbio.Matizando esta sintonía entre prácticamente toda la élite política serbia sólo una formación de nuevo cuño, el LDP, llama a asumir la independencia de Kosovo, una reciente encuesta realizada por la agencia Strategic Marketing apunta a que sólo el 31% de los serbios rechaza compromisos sobre Kosovo. El 61% los asumiría «si los intereses nacionales de Serbia son protegidos». Un contexto sin duda complicado el de Serbia y que explica el hecho de que Ahtisaari haya presentado un plan que se aleja de los grandes enunciados y desciende a lo concreto. Una concreción que, no se olvide, también exige difíciles compromisos a los albano-kosovares, como la asunción de una amplia autonomía bajo la órbita de Belgrado a los enclaves serbios del norte del enclave o la supervisión internacional. El ex presidente finlandés fue tajante ayer ante la prensa al asegurar que «no hablaré de la cuestión del estatus final antes de someter mi última propuesta a la ONU». Tal y como han adelantado en los últimos días, Ahtisaari quiere dar a ambas partes realmente a la parte serbia una última oportunidad para un compromiso. «Un compromiso es importante y esperaré hasta después de las nuevas consultas a las que hemos invitado a ambas partes para presentar mi propuesta al Consejo de Seguridad», anunció el mediador internacional. El representante de la Unión Europea para Kosovo, Leopold Maurer, anunció ayer que la nueva ronda de consultas tendrá lugar los días 12 y 22 de febrero en Viena, escenario de las fracasadas conversaciones bilaterales del año pasado. Al margen de las dudas sobre las reales posibilidades de un acuerdo bilateral, y habida cuenta de que la parte albanokosovar ya ha anunciado que acudirá sin falta a esta nueva ronda, no está claro que la delegación serbia vaya siquiera a viajar a Viena. El presidente Tadic aseguró que «las soluciones propuestas serán debidamente examinadas».
Reacciones internacionales
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Sean McCormack, saludó las propuestas de Ahtisaari como «justas y equilibradas». «Es un plan para un Kosovo estable, próspero y multiétnico», destacó.Más comedidos, los portavoces de la UE Javier Solana y Olli Rehn se tentaron la ropa antes de valorar el plan y pidieron a serbios y albano-kosovares «responsabilidad y flexibilidad para alcanzar un compromiso realista». La portavoz de Exteriores de la Comisión de Bruselas, Emma Udwin, se vio obligada a lanzar un «aviso a navegantes» advirtiendo de que el de Kosovo «es un caso sui generis», nunca «una guía para otros». Un aviso que arroja dudas sobre el destinatario de la calculada ambigüedad del plan de Ahtisaari. ¿Serbia? ¿Rusia y su derecho de veto? ¿O algunos estados de la UE que han comenzado a ver remojar las barbas de su vecino?
Principales puntos del plan presentado por el enviado especial de la ONU
GARA
BELGRADO Las propuestas de Martti Ahtisaari concretan los elementos claves de la futura estructura política y económica de Kosovo. Multiétnica. Kosovo será una sociedad multiétnica, administrada de manera democrática, respetando plenamente la ley y los poderes de sus instituciones legislativas, ejecutivas y judiciales. Himno y bandera. Kosovoi podrá disponer de su propia Constitución, himno y bandera. Igualdad. La Administración Pública de Kosovo estará basada en la igualdad de sus ciudadanos y el respeto total a los derechos del hombre y a las libertades fundamentales. Reconocimiento. Kosovo tendrá derecho a negociar y firmar acuerdos internacionales, incluido el derecho de adhesión a las organizaciones internacionales. «Gran Albania». Kosovo no ejercerá ninguna reivindicación territorial y no exigirá su unión a un eventual país o a parte de tro país. Padrinazgo. La comunidad internacional supervisará, controlará y detentará todos los poderes necesarios para asegurar el cumplimiento efectivo y eficaz de este acuerdo a través de un representante civil internacional, que será nombrado por la Unión Europea y aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Como en Bosnia. La función de este representante civil será similar a la de los diplomáticos de la UE en Bosnia. Se reservará ciertos poderes para asegurar y supervisar la puesta en marcha de este plan. Tendrá poder de decisión sobre las cuestiones de seguridad, además de sobre temas políticos y civiles. Plazo. El mandato del representante civil internacional durará hasta que Kosovo haya puesto en marcha las principales cláusulas de esta propuesta. OTAN. Una fuerza militar bajo mando de la OTAN seguirá desplegada en Kosovo para asegurar la seguridad y apoyar la puesta en marcha de este acuerdo. Coordinación. Inmediatamente después de la entrada en vigor del acuerdo, el presidente de Kosovo, previa consulta al Parlamento, deberá nombrar una comisión que trabajará en coordinación con el representante internacional y deberá proponer el texto de la nueva Constitución. Elecciones. Esta Constitución deberá ser aprobada por el actual Parlamento de Kosovo. Tras su adopción, y en un plazo máximo de 9 meses tras la entrada en vigor de este plan, se convocarán comicios legislativos y municipales. Minorías. La proyección de los derechos y libertades de las minorías étnicas, específicamente de los 100.000 serbios que quedan en la provincia, es un punto clave de este plan. Autonomía serbia. Los serbios contarán con un alto grado de control en los municipios donde son mayoritarios, así como una autonomía financiera, incluido el derecho de aceptar ayudas económicas procedentes de la vecina Serbia. Fuerza de Seguridad. Se creará una nueva Fuerza de Seguridad de carácter multiétnico.
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