KABUL
Fuerzas talibán recuperaron ayer la localidad de Musa Qala, cabeza de partido del distrito del mismo nombre, ubicado en el sur de Afganistán, tras una ofensiva llevada a cabo por varios centenares de insurgentes en la madrugada del viernes.Entre doscientos y tresciendos milicianos talibán, según testigos, entraron en Musa Qala, localidad gobernada por un consejo de jefes tribales desde que en octubre del año pasado las autoridades afganas y la Fuerza Internacional de Asistencia de la OTAN (ISAF) llegaran a un acuerdo para poner fin a los combates en la zona. Como resultado del mismo, las fuerzas talibán y los soldados británicos abandonaron el lugar.
Los insurgentes, liderados por el comandante Abdul Ghafar, atacaron ayer la sede de Gobierno de Musa Qala que, según la Policía, fue quemada y desarmaron a los agentes antes de desalojarla. Algunas fuentes indicaron que destruyeron varios edificios locales.
El portavoz del Ministerio del Interior, Zemari Bashary, señaló que el distrito, situado en la conflictiva provincia de Helmand, «no está aún en manos de los talibán, pero los líderes tribales se encuentran bajo una muy seria presión» y añadió que el Gobierno comprobará la situación y verá los pasos a dar «lo antes posible».
Un portavoz de la OTAN confirmó que se había producido un «incidente» en la madrugada del viernes, pero se negó a dar más datos. El Gobierno británico calificó de «deplorable» la ruptura del acuerdo y aseguró que la situación en la localidad «no está clara». Sin embargo, otras fuentes, afirmaban que la ciudada había sido tomada por cientos de milicianos.
El ataque a Musa Qala se produjo tres días después de que la OTAN destruyera una supuesta base talibán en sus proximidades y matara al hermano del comandante Abdul Ghafar.
Una veintena de muertos
Además, fuentes oficiales informaron ayer de la muerte de al menos una veintena de supuestos talibán en una enfrentamiento con la Policía en Farah.Por otro lado, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louis Arbour, criticó el plan aprobado ayer por el Parlamento de Afganistán de conceder la amnistía a los señores de la guerra y otros acusados de crímenes de guerra en el último cuarto de siglo de sangrientos enfrentamientos. El Plan Nacional de Estabilidad pretende promover la reconciliación nacional, pero podría conllevar la impunidad para los señores de la guerra. «Aquellos responsables de violaciones serias de los derechos humanos deben ser llevados ante la justicia», subrayó Arbour.