La presión internacional desactiva la última crisis en la RDC

El Movimiento del 23 de Marzo (M23) anunció ayer el fin de la lucha armada. El Gobierno de la República Democrática del Congo lo presentó como una victoria militar sobre el grupo guerrillero, que dominaba amplias zonas de Kivu Norte. Según el diario británico «Daily Telegraph», Londres y Washington presionaron a Rwanda para que se abstuviera de apoyar al M23 durante la ofensiva final del Ejército congoleño.


De Blasio se preparaba para poner fin a la era Bloomberg con un rotundo triunfo

Los neoyorquinos acudieron ayer a las urnas para elegir a un nuevo alcalde, en unos comicios en los que el demócrata Bill de Blasio, al que las encuestas daban más de cuarenta puntos de ventaja sobre su rival republicano, se dirigía hacia una contundente victoria.




Privatizar y vender activos, fórmula catalana para evitar nuevos recortes

El Govern presentó ayer los presupuestos de la Generalitat para 2014. Pese a evitar nuevos recortes, el ajuste se traslada al capítulo de ingresos, a través de nuevas tasas, privatizaciones y la venta de activos públicos. Aunque ayer no lo confirmaron, se da por hecho el apoyo de ERC.



Madrid defiende la prescripción de los crímenes del franquismo ante la ONU

El Estado español defendió ayer ante la ONU la que no tiene cabida en su ordenamiento jurídico la investigación penal de crímenes cometidos durante la Guerra del 36 y el franquismo por tratarse de delitos ya prescritos, que además quedaron absueltos por la Ley de Amnistía de 1977.




Líbano se aferra al sectarismo ante el miedo al contagio de la violencia en Siria

«Líbano es un espejo de lo que pasa en Siria. Siempre ha sido así. Lo que allí sucede tiene efectos directos en nuestro país. Líbano está absorbido por la guerra en Siria y la guerra de Siria ha llegado a Líbano». De esta manera, resume la psicoanalista libanesa Reina Sarkis la relación simbiótica e insana que mantienen ambos países.


Las divergencias sobre el futuro de Siria provocan el retraso de Ginebra II

El intento de EEUU, Rusia y la ONU de celebrar este mes la segunda conferencia internacional sobre Siria ha resultado vano debido a las divergencias entre los principales actores en la crisis. Damasco advierte de que no irá a entregar el poder, tal y como quieren Riad y Doha.