La campaña de la anchoa comienza hoy con temor por el futuro de la especie
Siguiendo la decisión pactada por los estados de la Unión Europea, la pesquería de la anchoa se abrirá hoy en una situación de preocupación porque el tiempo de veda no sea suficiente para la recuperación de la especie y porque las cuotas establecidas por Bruselas resulten insuficientes para la flota. LAB indicó que el TAC aprobado corresponde a 25 toneladas por barco y advirtió de que una campaña sin control hará peligrar el futuro de la especie.
GASTEIZ Al abrir
de nuevo la pesquería de la anchoa, la UE fijó un Total Admisible de Capturas (TAC) de 5.000 toneladas. Entre los arrantzales hubo división de opiniones. Mientras los de Iparralde vieron con buenos ojos la decisión, los de Bizkaia la calificaron de «irresponsable» y apelaron a los estudios científicos para reclamar el cierre. Las cofradías de Gipuzkoa, por su parte, estimaron que la decisión comunitaria no era buena pero sí mejor de lo que había en cuanto al reparto de cuotas. El viceconsejero de Pesca del Gobierno de Lakua, Luis Miguel Macías, recordó ayer la postura contraria del Departamento a la apertura de la campaña ya que cree necesario constatar antes la recuperación de la anchoa. Según Macías, la evaluación del recurso que se hará en primavera, y se conocerá en verano, dará una idea sobre cómo evoluciona la biomasa. Macías calificó como «una decisión política poco acertada» el fin de la veda de la anchoa y aseguró que Lakua se encuentra «con los dedos cruzados» ante lo que pueda ocurrir .
Por su parte, LAB estimó que «el dramático año 2005» para el sector y los informes científicos recomendaban el cierre de pesquerías este año. Criticó las decisiones «unilaterales» de los armadores en su apuesta por abrir la pesquería y cuestionó la situación en que quedarán los arrantzales si no hay capturas, debido a la precaria relación laboral. El sindicato abertzale alertó de que la apertura con criterios políticos «puede generar un enorme desastre».
Batasuna también apuesta por una parada biológica todo el año. En su opinión, esta decisión refleja que los estados de la UE defienden sus intereses y no el sector pesquero ni los de Euskal Herria, por lo que reclamó «soberanía económica».
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