La familia de Igor Angulo, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el lunes en una celda de la cárcel de Cuenca, ha planteado una serie de dudas razonables en torno al óbito. Apoyada en los pocos datos que ha podido recabar tras su llegada a la ciudad manchega, la familia reiteraba su incredulidad ante la versión oficial aportada sobre la muerte del preso político. A la espera de que la autopsia, que se realizaba ayer en presencia de un médico de confianza de la familia Angulo-Iturrate, aporte algo más de luz sobre las circunstancias que concurrieron en esta muerte, la familia ha mostrado su extrañeza por algunos extremos de la información que se les ha aportado.
El primer dato que ha alertado a los allegados del preso es que, mientras en todas las informaciones relativas a la muerte del vecino de Santurtzi se hacía alusión a que a la llegada del forense su cuerpo se hallaba todavía suspendido de la ventana, en el parte de defunción que ha recibido la familia se sitúa el cuerpo sobre la litera de la celda. El hecho de que los responsables de la cárcel no advirtieran al funcionario judicial de la manipulación del cuerpo y de que, en consecuencia, éste no hiciera constar tan importante dato en su escueta acta de levantamiento del cadáver, ha agudizado la angustia y el temor de la familia.
Al tiempo, la compañera de Igor Angulo, que tuvo oportunidad de hablar por teléfono con él sólo unas horas antes de su fallecimiento sin que nada llamara su atención en el estado anímico de su pareja, hacía constar también su extrañeza por el hecho de que en la información que se les ha aportado sobre las circunstancias del presunto suicidio se recoja que el preso empleó cintas de cuero para sujetarse de antemano las muñecas. En su situación de preso de «primer grado», luego sometido a estricta vigilancia, Angulo no tenía acceso a un material que, por cierto, había solicitado para hacer pulseras, siéndole denegado el permiso.
A la luz de los muchos y oscuros precedentes en materia penitenciaria, siempre conviene mantener una activa duda intelectual ante la versión oficial. Además, y a la vista de las irregularidades que afloran en este caso, se impone exigir con más firmeza si cabe a quienes han fallado en su deber de velar por los derechos, incluido el derecho a la vida, del preso Igor Angulo que disipen hasta la última duda razonable que plantee la familia sobre cómo le sobrevino a éste la muerte. -