DUBLIN
El Gobierno Laborista de Tony Blair publicó ayer los detalles de la nueva propuesta de ley de reforma educativa, a la que se oponen hasta cien de los diputados del partido gobernante. La propuesta de educación e inspección permitirá a las escuelas de Inglaterra la creación de consejos de gobierno que influyan en la política de admisiones de los centros educativos así como en sus presupuestos. La Administración Blair decidió introducir una serie de modificaciones antes de la publicación de la nueva ley como la prohibición de las entrevistas de admisión y la creación de un código general para proteger a los alumnos más desfavorecidos en su acceso a instituciones educativas para intentar ganar el apoyo de los diputados laboristas que temen la propuesta dará mano libre a las escuelas para elegir a los alumnos con mejores notas y excluir a otros. Blair no quiere depender del apoyo de los conservadores para la aprobación de su propuesta de reforma educativa.
Asimismo, los ayuntamientos podrán crear sus propios centros educativos, algo que el Gobierno había decidido no incluir en su propuesta inicial.
La propuesta de reforma educativa se produjo al tiempo en que los Lores volvían a derrotar la propuesta de ley de «exaltación del terrorismo» por una mayoría de tan sólo cuatro votos y gracias a la revuelta de los lores conservadores contra la disciplina de partido. Hace dos semanas, la Cámara de los Comunes votó a favor de la propuesta inicial del Gobierno, desestimando las enmiendas propuestas por los lores. Pese a la «muestra de poder» que Blair aseguraba había mostrado con relación a esta legislación, tras dos horas de debate los lores decidieron que las referencias a la «exaltación» debían ser eliminadas. La ley debe volver a los Comunes para una nueva votación.