BASAURI
Casi todos los proyectos oficiales que tratan de abordar el tema de la vivienda suelen ser criticados, ya que ante un importante problema de base este tipo de iniciativas no solucionan el conflicto económico en el que se ven envueltas las personas que quieren acceder a una vivienda digna y propia.Las personas jóvenes son las que más afectadas se ven cuando les llega la hora de independizarse. En este sentido, el municipio de Basauri presentó ayer su proyecto de viviendas para jóvenes que ha diseñado el arquitecto Santiago Cirugeda y que ha creado mucha polémica entre diferentes colectivos y personas.
Según el Ayuntamiento del municipio vizcaino, las viviendas son de carácter sostenible. Así, las viviendas «están implantadas en el entorno mediante micropilotes, sin excavación para evitar cualquier impacto en el terreno».
El arquitecto Iñaki Uriarte, por su parte, valoró la iniciativa positivamente, ya que «el proyecto de Cirugeda para Basauri es un experimento que merece una mayor consideración». Según Uriarte, «supone un apunte respecto de cómo abordar situaciones de emergencia, asentamiento para primeras capas de gente que llega y aporta dignidad en superficies mínimas». Además, señaló que «no podemos olvidar que hay quienes están alquilando colchones en viviendas, es decir, se instauran situaciones que parecía estaban superadas desde hace un siglo».
Por lo tanto, el arquitecto bilbaino se mostró a favor de las viviendas, y a su juicio, «Cirugeda no es un especulador, ya que sabe de lo que está hablando y viene con unos presupuestos novedosos, con idea de ayudar». Iñaki Uriarte añadió que Cirugeda viene a resolver un problema de vivienda de una manera modesta y una ética admirable utilizando para ello una idea rupturista.
De todas formas, no todo el mundo está a favor de las casas. La plataforma que trabaja en pro de los derechos sociales Elkartzen, no cree que este proyecto sea el más adecuado para solucionar el problema de la vivienda, ya que «la localización de las nuevas casas parece una especie de gueto, ya que se encuentran en las afueras». Precisamente, su ubicación es una de las «pegas» que más se ha aducido respecto al proyecto, puesto que se encuentra en una ladera muy pronunciada y «además no resuelve la accesibilidad a ciertos colectivos». Iñaki Uriarte es de la opinión de que eso se puede resolver, pero a su juicio, «antes está el mismo proyecto, que es más que todo eso».
Elkartzen, en cambio, opina que el problema hay que solucionarlo de raíz y de que «las viviendas de Basauri no son más que un parche, no una solución global».
Por su parte, la coordinadora juvenil contra la precariedad laboral, Duina, pone en duda que las cracterísticas de estas casas garanticen el derecho a una vivienda digna, pero valora positivamente el hecho de que se hayan buscado salidas para los jóvenes del pueblo.
Aun así, mantienen su postura al decir que este tipo de iniciativas no solucionan el problema de base. Es por eso que la coordinadora apuesta por el alquiler público y pide «un tipo de alquiler que se adecue a los salarios de los jóvenes».
En definitiva, Duina valora positivamente que sea un proyecto dirigido a los jóvenes y que se base en el alquiler social, pero critica que las viviendas se basan en la construcción y no en la mera utilización de éstas como hogares para los jóvenes.
Opinión de los ediles
El arquitecto andaluz Santiago Cirugeda no logró convencer a la mayoría de los ediles de Basauri de la conveniencia de hacer realidad las 35 casas sociales sobre pivotes que ha diseñado para el barrio de Basozelai, tras la primera exposición que efectuó en el Ayuntamiento sobre este proyecto a los distintos grupos municipales. Invitado por el edil Urtzi Arriaga, del PNV, el arquitecto explicó su propuesta a representantes de todas las formaciones, si bien, tras su presentación, los concejales de PSE-EE, PP, EA y EB destacaron que el proyecto mantiene «muchas incertidumbres» que lo convierten en «humo».
De no ganarse el apoyo de al menos dos ediles de los partidos citados, estas viviendas no se harán realidad en Basauri, dado que el grupo que las ha impulsado, el PNV, carece de mayoría suficiente para aprobar su construcción.
Tras la exposición de este arquitecto, representantes de todas las formaciones, salvo del PNV, lamentaron que Cirugeda no haya concretado el coste total de estas viviendas prefabricadas, porque la cifra facilitada inicialmente 28.571 euros por unidad podría verse encarecida con distintos gastos como el traslado del material a la localidad, la urbanización del terreno y el montaje de la construcción de las viviendas del barrio basauriarra.
Objetivos y características de las
viviendas
El Ayuntamiento de Basauri destacó el objetivo principal que querían conseguir con la construcción de estas viviendas. La iniciativa pretende dar una solución transitoria en el acceso de la vivienda a los jóvenes de Basauri que no puedan acceder a otro tipo de vivienda, facilitando así sus primeros pasos hacia la emancipación del hogar familiar. El proyecto está principalmente dirigido a jóvenes basauritarras que no puedan acceder a un tipo de vivienda establecida hasta ahora, ya sea de VPO, tasada o libre. La iniciativa está dirigida a fomentar nuevas formas de acceso a la vivienda mediante el arrendamiento transitorio. El Consistorio apuntó que «la instalación de paneles solares en las viviendas, así como calderas centralizadas y sistemas de reciclaje de residuos dan a este proyecto un carácter sostenible». También se articulan elementos comunes entre las viviendas «como accesos y viviendas transitables de uso colectivo». -