La OIT saca «tarjeta roja» al trabajo infantil, que afecta a más de 218 millones de niños
·Demandan que determinados empleos de niños sean cosiderados una forma mas de tortura
Coincidiendo con el Mundial de Fútbol, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sacó ayer una «tarjeta roja» al trabajo infantil, que actualmente sigue afectando a más de 218 millones de niños, en el marco del Día Mundial. La Organización Mundial Contra la Tortura pidió que se considere una forma más de tortura el trabajo infantil relacionado con la explotación sexual y comercial, la trata de niños y la esclavitud por deudas.
MADRID
El pasado mes de mayo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó su último informe acerca de la lacra social que supone el trabajo infantil, ámbito en el que constata una reducción del 11% entre los años 2000 y 2004, especialmente en América Latina y Caribe. Ayer, se conmemoró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil con actos en más de un millar de países.El futbolista camerunés Roger Milla y personalidades vinculadas al ámbito deportivo y laboral participaron en las actividades organizadas en Ginebra sede de la OIT para pedir la eliminación del trabajo infantil en el marco de la campaña de la «tarjeta roja» que, bajo el patrocinio de la FIFA, ha sido difundida a millones de personas desde su lanzamiento en 2002. «Muchos creen que el trabajo infantil siempre estará con nosotros», señaló el director general de la OIT, Juan Somavia, «pero la movilización mundial contra esta práctica ha demostrado que están equivocados. Ese es el significado de sacarle simbólicamente la tarjera roja al trabajo infantil, no es sólo un gesto, es una manera de resaltar esta lucha por el derecho de cada niño a vivir su infancia». El último informe de la OIT señala que el número de niños trabajadores de entre 5 y 17 años pasó de 246 millones en 2000 a 218 en 2004, lo que representa un descenso del 11%, sobre todo en América Latina. Según la organización Save the Children, unos seis millones de niños de entre 5 y 17 años trabajan en Latinoamérica, casi la mitad en condiciones de explotación o realizando trabajos que ponen en peligro sus vidas. Frente al informe de la OIT que constata una disminución del trabajo infantil en el mundo, afirma que en algunos países, el número de niños trabajadores ha crecido de forma alarmante. Es el caso de Argentina, donde ha aumentado un 600% en los últimos siete años, como consecuencia de la crisis económica. La Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) pidió ayer a la comunidad internacional que considere como una forma más de tortura determinadas condiciones de trabajo infantil, especialmente las relaciones con la explotación sexual y comercial, la trata de niños y la exclavitud por deudas. Lamentó que al problema del trabajo infantil en sí se suma el hecho de que su «vulnerabilidad económica y social les expone a menudo a la violencia física y sicológica» y manifestó que la situación en que trabajan muchos niños constituyen casos claros de tortura o malos tratos, contrarios a las normas internaciones, ya que se trata de formas de explotación que «provocan graves sufrimientos y daños a menudo irreversibles». Por eso, propuso que ciertas condiciones de trabajo infantil se incluyan en el concepto de tortura y se castiguen con los mismos criterios que ésta. Además, dado que la falta de recursos de las familias es la principal causa del trabajo infantil, instó a la comunidad internacional a seguir luchando contra la pobreza y por el acceso gratuito a la educación.
«La inmigración ilegal puede convertirse en un nuevo foco»
GARA
MADRID La organización Save the Children advirtió ayer de que la inmigración ilegal puede convertirse en un «foco» de explotación ilegal de menores en Europa y, en consecuencia, en el Estado español, que se sumaría a los casos que ya se producen en el campo, en donde hay niños que participan en las tareas de recolección de cosechas, y en el empleo doméstico. Insistió en que las redes de trata de personas que se dedican a la explotación sexual y labora también comercian con menores y aseguró que están extendidas por toda la UE. No obstante, indicó que la existencia de un sistema social bien articulado en los estados miembros permite prestarles ayuda y que resulte «más fácil» auxiliarles. Apuntó que el número de casos es «inferior» al que se registra en las tres grandes zonas afectadas: América Latina, Africa y Asia, donde para los niños «no hay otra manera de sobrevivir». «En tres cuartas partes del mundo hay niños que trabajan para sobrevivir, sometidos a la explotación, con horarios abusivos, condenados al maltrato y al abuso y sin derechos reconocidos, porque, en realidad, no existen como mano de obra», añadió. La Fundación Intervida, por su parte, denunció que existen 218 millones de niños obliga- dos a trabajar para subsistir y destacó la necesidad de que los menores que no tienen otra salida trabajen «en las mejores condiciones posibles» y sin abandonar la escolarización. Afirmó que aunque en el Estado español no existen casos de explotación infantil, lo que se puede hacer desde los países occidentales es «tomar iniciativas que promuevan en la sociedad un consumo más responsable», como puede ser la existencia de etiquetados que garanticen que un producto no ha sido elaborado por niños». El PSE de Gasteiz pide una «lista negra» de
empresas
El PSE de Gasteiz propuso ayer que el Ayuntamiento elabore una «lista negra» de empresas que fomentan el trabajo infantil para evitar que puedan ser contratadas por el Consistorio. Planteó que se refuerce el control de los contratos que firma el Ayuntamiento con el objetivo de evitar adjudicaciones a empresas que se lucran con el trabajo de niños. Consideró que en las municipales se debería estipular que el contrato se cancelará si se demuestra que la empresa tiene relación con el trabajo infantil y señaló que los contratos de suministro de material manufacturado deben ser sometidos a «vigilancia especial». -
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