ESTADOS UNIDOS 0
REPUBLICA CHECA 3

DONOSTIA

De esta manera, Chequia se convierte en el primer debutante de este Campeonato ­el pasado mundialista de la joven selección centroeuropea se remonta a los tiempos de la Checoslovaquia unificada­ que suma los tres puntos, aunque difícilmente puede considerarse una sorpresa. No sólo por el tercer puesto de la Eurocopa 2004, sino porque la convocatoria de Karel Bruckner está repleta de jugadores de calidad indiscutible y considerable experiencia con sus clubes.

Sólo queda la duda de saber qué sucederá cuando los checos se enfrenten a un rival de mayor entidad ­por ejemplo a Italia, en la última jornada de esta fase, para cuando es probable que ya estén matemáticamente clasificados para octavos de final­, porque lo que es ayer, tuvieron que esforzarse lo justo ante un equipo que ofreció muy, muy poquito. No es que los hombres de Bruce Arena partiesen como favoritos, pero sus precedentes ­alcanzaron los cuartos en Corea y Japón­ invitaban a pensar en un equipo, al menos, más correoso.

La jugada decisiva del partido llegó de inmediato, antes siquiera de que los dos rivales se hubieran posicionado sobre el campo. Era el minuto nueve, Grygera desdoblaba por banda derecha, colocaba un centro perfecto y Koller, prácticamente si oposición, remataba a gol.

Poco más podía pedir Chequia, cuya única carencia puede pasar por la edad de algunos de sus jugadores clave. Pero con el marcador a favor, el partido requería menos esfuerzo;bastaba esperar para sentenciar a la contra. Y así lo hizo el combinado centroeuropeo, ante un rival que no fue capaz de rozar la remontada, ni por revoluciones, ni por ideas. Su única acción de peligro en todo el primer tiempo, de hecho, llegó con un fuerte disparo de Reyna que dio en el palo.

Poco antes del descanso, Rosicky hundía un poco más a los estadounidenses, con un zapatazo que hizo inútil la estirada de Keller y, casi de inmediato, llegó la única mala noticia de la tarde para su equipo:la lesión de Jan Koller, principal referencia ofensiva de los checos, que tuvo que abandonar el campo en camilla.

Arena movió banquillo tras el descanso, pero no le dio resultado. Hubo, quizá, más insistencia atacante por parte de los norteamericanos ­gracias, sobre todo, a Johnson­, pero la fornida defensa checa no tuvo problemas para proteger a Cech, mientras sus compañeros seguían esperando el balón que les permitiese finiquitar definitivamente el choque. Probaron Ujfalusi, Poborski y Rosiky y, finalmente, era éste último el que ampliaba su cuenta, al aprovechar un gran servicio de Nedved para anotar el definitivo 0­3.