Una nota de agencia que cuando menos ha de calificarse de errónea, provocó durante la mañana de ayer una nueva tormenta en un vaso de agua, al hacerse eco varios diarios de un supuesto cambio de actuación de la Ertzaintza con respecto a las manifestaciones de la izquierda abertzale. El eco obtenido por la supuesta noticia llegó incluso a la propia Audiencia Nacional, desde donde Fernando Grande-Marlaska dictó un requerimiento exigiendo explicaciones a Interior. El Departamento que dirige Javier Balza quiso dejar constancia explícita de que «la Ertzaintza seguirá actuando ante la convocatoria de actos en la vía pública exactamente igual que hasta ahora, es decir, respondiendo estrictamente al cumplimiento de la Ley y haciendo cumplir la misma, sin ceder ante presiones de naturaleza política, mediática o de cualquier otro tipo». Lo que significa que seguirá colaborando con un tribunal que el propio Parlamento de Gasteiz ha descalificado y que seguirá obedeciendo los dictados de una normativa considerada injusta por la mayoría de la sociedad vasca y por el mismo Gobierno de Lakua. De hecho, en la respuesta de Interior a la Audiencia Nacional se observa el alto grado de conexión y constante intercambio de información entre ambas instancias. Por otra parte, la resolución de lo que Lakua ha calificado como «absurdo incidente», también debiera servir para llamar la atención sobre la actuación de determinados medios de comunicación en un momento excepcional de la historia de Euskal Herria, cuando hay una oportunidad de alcanzar la normalización democrática y la paz. -