Anda la cosa chunga en Darfour, y no es de ahora, que los habitantes de este territorio que ahora es Sudán llevan ya algunos milenios recibiendo visitas desagradables, de esas que se quedan, violan a tu hija, matan a tu hijo, comen tu comida y si te dejan con vida, te dejan con ganas de morir. Y de la muerte saben ya un rato, tanto como de la vida.
Y la ONU, ese organismo internacional que a lo largo de los años ha demostrado su total ineficacia en el establecimiento de un sistema de garantías para evitar los conflictos entre los estados, entre los pueblos o entre los primeros y los segundos, la ONU, decía, acaba de plantarse ante el Gobierno de Jartum y le ha leído la cartilla, que así no, chavales, que no pueden usarse milicias para acabar con los disidentes, que está feo matar, y aún más feo violar, y que si no se pone un límite a todo este desprósito, los chicos de los cascos azules van a plantar su banderita en Darfour, donde el terreno es propicio, no como en Iraq, que como la tierra es tan pedregosa las fuerzas de interposición y de paz no pueden clavar la dichosa banderita entre el ejército invasor británico-americano y la población iraquí.
Hablando de Iraq, a estas horas, Omar Hassan el-Bechir tiene menos futuro que la barba de Saddam Hussein. Pues sí, los misiles que mandó Clinton en el 98 para cargarse una planta farmacéutica bajo el pretexto de que Sudán quería fabricar «armas químicas de destrucción masiva para terroristas», van a ser una minucia comparado con lo que puede caerle encima al coronel que desgobierna el Sudán.
Y es que el lúcido llanero solitario George Walker Bush acaba de obtener del Congreso americano un fajo de dólares para intervenir con «ayuda humanitaria» en Sudán en general y en Darfour en particular. Capitán general. ¿Qué culpa tendrán los súbditos del coronel Omar Hassan el-Bechir de que exista cobre y uranio bajo el suelo que pisan? ¿Qué culpa tendrán de que se haya descubierto petróleo bajo las tumbas de sus parientes masacrados?
Seguro que hay que resolver el conflicto de Darfour, donde se cuentan los muertos por miles y se habla de genocidio amparado por el gobierno sudanés. Pero también es seguro que como entren los chicos de las barras y estrellas al tajo, la cosa va dejar de estar chunga para estar muchísimo peor. Podrían preguntárselo a los iraquíes, que algo saben de esto, pero están demasiado ocupados como para responder. -