SESTAO
Colectivos de Ezkerraldea marcharon ayer desde el edificio consistorial hasta el Servicio Público de Empleo de Sestao para exigir que el «alarmante» gasto militar se reoriente a cubrir las necesidades más básicas de las familias más desfavorecidas. Varias personas desnudas ataviadas con unos barriles se sumaron a la marcha.A su llegada a las oficinas municipales hicieron entrega de un despertador dedicado a los mandatarios locales para recordarles que «en la lucha contra la exclusión cada minuto cuenta».
Entregaron también un informe elaborado por Cáritas en el que se resalta la falta de recursos para «los siempre aplazados planes de regeneración de Sestao». Y expusieron algunos datos que revelan las dificultades por la que atraviesan miles de familias. Así, destacaron que 7.237 hogares de Ezkerraldea se encuentran en situación de pobreza grave, 22.712 hogares tiene dificultades para llegar a final de mes y 4.500 familias perciben algún tipo de ayuda social. Recordaron, asimismo, que la comarca registra la tasa más alta de paro de la CAV (13%) y el futuro no es nada prometedor ante los procesos de cierre y reconversión a los que hacen frente industrias como La Naval y Babcock.
También preocupan las condiciones de vida de los residentes en la zona baja de Sestao:los barrios de Txabarri, Urbinaga y Simondrogas. En un documento elaborado por Cáritas se destaca que, por la vejez de los edificios y su bajo coste, los residentes en la zona son personas con pocos recursos económicos, que se enfrentan a continuas declaraciones de ruina por la degradación de los inmuebles.
«Exigimos unas políticas institucionales que prioricen el respeto a los derechos sociales que asisten a todos los vecinos de estos barrios y se garantice su acceso a una vivienda y unas prestaciones sociales dignas», reclamaron.