DONOSTIA

14 alumnos de distintos lugares ­Bélgica, Italia, Japón, Corea, Estado español y Estado francés­ pasarán una semana en Donostia con el fin de conocer instrumentos «de primer nivel internacional» y aprender de especialistas en la interpretación del órgano romántico. El que imparte el curso es Michel Bouvard, profesor del Conservatorio de París y organista conocido en todo el mundo. «Es la segunda vez que vengo a la Quincena a impartir este curso de música romántica. Estoy encantado de volver a Donostia, e impresionado por la calidad de sus instrumentos, concretamente la del órgano de la basílica de Santa María del Coro. Es una joya, ya que se ha mantenido en su estado original y permite apreciar la música del siglo XIX con absoluta fidelidad. Es una de las razones por las que viene la gente», explicó.

«Hace unos cincuenta años hubo un movimiento internacional en favor de recuperar la música barroca. Se buscaron características e instrumentos de la época. Con la música romántica se hizo lo mismo. Esa es la explicación por la que estudiantes de tan lejanos países vengan aquí a buscar sonidos originales del órgano de la música romántica y sinfónica», añadió el músico de Lyon.

Está orgulloso de tener alumnos jóvenes, que tienen desde 14 hasta 30 años. «Noto que se interesan por esta música, que el órgano no les parece obsoleto, sino un instrumento vivo. No sólo quieren tocarlo, también desean saber cómo se construyeron o cuáles son sus características estéticas».

Ayer a la tarde ofreció un concierto en la iglesia de San Vicente y cautivó al público con un programa especial preparado con mucho mimo. «Tiene relación con una época en la que se escribió mucha música. Aunque originalmente no fuera concebida para órgano, fue adaptada por grandes compositores. Es un género que ha estado bastante olvidado, y lo hemos rescatado para este festival», declaró. Interpretó piezas de Mozart, Liszt, Mendelssohn y Bach. Hubo una muy novedosa, para cuatro manos, que la tocó junto a una alumna.

Para el jueves está previsto otro concierto, que contará, además, con un estreno. El oiartzuarra José Manuel Azcue, organista titular de Santa María del Coro, tocará por primera vez la obra “Ofertorio Pascual”, del mallorquín Bernat Juliá. «Lo conocí personalmente hace muchos años, pero no como compositor. Su trabajo está basado en ‘Alleluia’ de Pascua. A pesar de su tradicional estilo, tiene brillo y encanto», consideró el oiartzuarra que tocó el organo en Fulton (New York) durante 18 años.

El programa del jueves incluye también a Bach. «Se dice que el de Santa María del Coro no es un órgano adecuado para tocar Bach. Aquí no tenemos ningún instrumento especial para ello. De los que tenemos, creo que éste es el que mejor se ajusta a sus obras. De todas formas, si se puede interpretar un trabajo escrito para otros instrumentos con el órgano, es lógico que se pueda tocar uno escrito para órgano barroco con uno romántico», defendió.

Tras interpretar una «hermosa y completa» fantasía de Mozart, será el turno de la obra «más larga e importante» del concierto: “Grande pièce symphonique” de César Franck, quien tenía un órgano casi idéntico al de la basílica de Donostia. «El sonido será perfecto».