Raimundo Fitero
De la Rosa
Aunque su primer apellido es Martínez, todos lo conocemos como comentarista de Tele 5 en las carreras de bólidos de Fórmula 1. Sus más allegados le llaman Pedro, y de repente este veterano corredor catalán subió al podio, en segundo lugar, en una de las carreras más vibrantes, brillantes, emocionantes de la última década del mundo de los coches de carreras. He dicho década, pero a lo mejor no exagero, porque en dos horas sucedieron tantas cosas que era difícil acordarse de lo que había pasado cinco minutos antes, y cuando parecía que llevábamos dos días de carreras, solamente se habían corrido ocho vueltas al circuito húngaro.Sin protocolos. Condicioné mi comida, mis actividades a los sucesos de la carrera. Lo mismo hicieron diez millones más de telespectadores. Cerca del cincuenta por ciento se share. Seguramente batiendo récords. Y es que estaba colocada la carrera en la hora propicia y se fueron sucediendo incidencias como para convocar a los dudosos. Empezó con lluvia gorda y terminó con la pista seca. De por medio adelantamientos de mucha tensión, en un circuito que los especialistas aseguraban que era muy aburrido, porque eran imposibles. Los especialistas se destacan en todos los géneros por su capacidad para equivocarse y no dar muestras de ello, como si todo lo que dicen fuera relativo, y los hechos se acomodasen voluntaria o involuntariamente a sus nociones primarias y peregrinas sobre lo que vaya a suceder, porque hasta con lo que ha sucedido son bastante precarios en sus opiniones. Accidentes, salidas de pista, enfoques nuevos de las cámaras: algún coche llevaba en el alerón delantero una mini cámara que nos ofrecía imágenes del tren de suspensión de la rueda por dentro, algo que es un lujo técnico y una alucinación para neófitos. Los que mandan en la clasificación del mundial se peleaban coche a coche, fueron cayendo uno a uno, para dejar todo como estaba, pero propiciaron momentos impresionantes, de los que se repiten durante meses, años, décadas. Y al final un trío en el podio inédito. Con un de la Rosa, que le pegó una adelantada de susto a Schumacker, en el segundo estrado, muy feliz. -
|