Oriente Medio en llamas
Olmert dice que su Ejército actuará sin «límites» en Líbano
·Los bombardeos israelíes causan la muerte de otros 42 civiles libaneses
Israel intensificó ayer su agresión contra Líbano con el bombardeo de 150 zonas del país, que causaron la muerte de al menos 42 civiles libaneses y dejaron totalmente incomunicada a la ciudad de Tiro, en el sur. Los israelíes, además, amenazaron con actuar de manera aún más violenta.
BEIRUT
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, no desveló ayer ningún misterio cuando afirmó que el Ejército israelí actuará sin «ninguna limitación» en su agresión a Líbano, pues así lo ha hecho hasta ahora, pero sí mostró el tradicional desprecio de Israel por la vidas de todos aquellos que no sean israelíes, al decir que es «inaceptable que un millón de habitantes [del norte de Israel] vivan en los refugios», olvidando a los 800.000 libaneses desplazados, el millar largo de muertos y la destrucción de todo un país.El cuadro de prepotencia e impunidad israelí lo completó ayer el ministro de Defensa, Amir Peretz ambos de visita en la frontera norte, que advirtió que si la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU no se ajusta a las necesidades de Israel el habla de «fracaso diplomático», la agresión será aún más brutal. Dijo Peretz que «he dado la orden inequívoca para que, si fracasa el proceso diplomático, el Ejército actúe en todo el territorio libanés», como si hasta hora no lo hiciera. La paloma convertida en halcón también dijo que «nos haremos con el control de todas las posiciones en las que hay lanzaderas de cohetes a fin de de reducir el número de disparos». Sus palabras recuerdan un tanto a las optimistas declaraciones de su jefe, Olmert, que la semana pasada anunciaba la victoria israelí diciendo que «más de 700 posiciones de comando [de Hizbula] han sido destruidas» y 24 horas después caían sobre Israel más de 200 cohetes. Ayer, otros 160 cohetes caían sobre Israel. En cualquier caso, después de que el domingo los israelíes fueran golpeados con dureza doce soldados muertos, líderes políticos israelíes deben decidir sobre los planes de los militares, partidarios de llevar a cabo una ofensiva terrestre más vasta en la actualidad participan 10.000 soldados, además de continuar con la destrucción de las infraestructuras libanesas.
Toque de queda De momento, el régimen sionista ha «ordenado» a los habitantes del sur del país que no salgan de sus casas después de las diez de la noche bajo amenaza de muerte. Este toque de queda, impuesto al sur del río Litani a unos 30 kilómetros de la frontera, pretende evitar el lanzamiento de cohetes. Los militares israelíes, sin embargo, no han dicho cómo harán llegar la amenaza a los ciudadanos libaneses que viven en la zona.
Un ministro israelí dijo ayer que necesitarían dos o tres semanas de ocupación del sur de Líbano para completar los planes sionistas.Entretanto, la matanza continúa. Ayer fueron al menos 42 los libaneses muertos, aunque se temió por una masacre aún mayor porque el primer ministro libanés, Siniora, anunció ante los ministros de la Liga Arabe que habían muerto 40 personas tras ser bombardeado un edificio en Hula. Siniora rectificó después y señaló que en el ataque había muerto una personas, y añadió que la voluntad de los israelíes de bombardear edificios civiles, sean los muertos 1 ó 40, muestra el verdadero rostro de los israelíes. Al caer la noche, la aviación israelí volvió a bombardear los barrios del sur de Beirut, que ya habían sido atacados por la mañana, matando a ocho personas. Además, fueron bombardeado el norte de Tiro, causando cinco muertos, mientras la artillería barría con sus obuses las localidades fronterizas. Los cuerpos de 14 civiles fueron rescatados bajo los escombros de una serie de edificios bombardeados en Ghaziye, en el litoral sur del país. Hizbula, por su parte, indicó que había repelido dos intentos de invasión israelí en el paso de Bayada causando varias «víctimas» y destruido un tanque Merkeva en la vecina Taibe. La televisión Al Manar aseguró que milicianos «mataron o hirieron» a ocho soldados israelíes, cerca de Adesa. Israel reconoció la muerte de tres en la zona de Bint Jbeil.
Guerra de movimientos en el sur del país
GHANDURIYA
La camioneta blanca de Hizbula está repleta de minas rectangulares. «Los pones en el camino de un tanque Merkeva y lo partes en dos», afirma Abu Alí mientras conduce a tumba abierta en el frente en movimiento de la guerra que sostiene la milicia contra Israel.La camioneta de Abu Alí y de su compañero es el único signo de vida, además de un perro abandonado, en la villa chiíta de Ghanduriya, a siete kilómetros de los combates. Abu Alí, cubierto de polvo, asegura haber combatidos a los israelíes a lo largo de los 80 kilómetros de frontera. Al este de Ghanduriya se divisa la villa de Taïbe, escenario de los combates más violentos desde que el 12 de julio comenzara la agresión israelí. Las hierbas secas se queman sobre las colinas, en incendios provocados por los proyectiles israelíes y atizados por el viento. Caminos machacados en los raids israelíes son abiertos de nuevo por Hizbula para mantener abiertas sus vías de avituallamiento. Los dos campos utilizan la misma táctica de movimientos. La artillería israelí hace caer una lluvia de abuses robre las hondonadas para cubrir el avance de los blindados en busca de las lanzaderas de cohetes que se lanzan contra Israel todas las noches. Según el cronista militar israelí Ze’ev Schiff, la mayoría de las pérdidas israelíes las causan las unidades especiales anti-carro de Hizbula. Pero al igual que sus adversarios, los israelíes evitan ocupar posiciones fijas. En el curso de los últimos días abandonaron varias villas para atacar otras. En su oficina del cuartel general de la Fuerza de la ONU, Ryszard Morczynski, estima que Israel aprendió de los 22 años de ocupación del país y evita mantener posiciones fijas. Atacar y retirarse.
Apuntes
Abordan un avión militar de EEUU
LONDRES. Ocho manifestantes contrarios a la agresión israelí en Oriente Medio, entre ellos una mujer de 65 años, fueron detenidos ayer en el aeropuerto escocés de Prestwick tras abordar un avión en busca de armas que Estados Unidos envía a Israel, informó la Policía. Cuatro personas fueron detenidas tras ingresar en una pista de aterrizaje en el mismo aeropuerto de Prestwick. Derriban un avión no tripulado de
Hizbula TEL AVIV. El Ejército israelí investiga si el avión no tripulado que derribó ayer a unos 10 kilómetros de la costa de Haifa contenía una carga de explosivos. El Canal 10 de la televisión informó de que el aparato contenía una carga de 45 kilos de explosivos, aunque los militares no se aventuran a confirmar la información de forma tajante. Envían a Haniyeh una carta «venenosa» RAMALA. Los palestinos abrieron ayer una investigación porque siete personas tuvieran que ser hospitalizadas después de que una de ellas abriera un sobre sospechoso dirigido al primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, que consideró que había sido víctima de un intento de «asesinato por parte de Israel con gas venenoso». La sede del Gobierno en Ramala, donde fue enviado la carta, fue evacuada. El sobre contenía una tela naranja que emitió un fuerte olor. Imposible desplazar ayuda al sur
libanés BEIRUT Los grupos de ayuda humanitaria denunciaron ayer que es demasiado peligroso tratar de prestar socorro en las poblaciones del sur libanés, aisladas por la agresión israelí. Además de los ataques, Israel destruyó ayer el último puente sobre el río Litani que permitía el flujo de ayuda a la zona.
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