IRUÑEA
Hamburgo y fútbol han ido unidos de la mano prácticamente desde que este deporte comenzó a practicarse. Con permiso del simpático St. Pauli, el club que lleva el nombre de la ciudad hanseática es uno de los más antiguos de Europa y el más longevo de los equipos de elite alemanes, siendo referencia de esta urbe portuaria.Su fundación se data en el 29 de septiembre de 1887, aunque su denominación actual se sitúa 32 años después. No es casualidad, pues, que sea “El dinosaurio” el sobrenombre por el que se conoce a la escuadra que actualmente dirige Thomas Doll.
Sin embargo, su grandeza futbolística no sólo radica en los años de historia que acumula, sino también por la regularidad que ha venido protagonizando durante más de un siglo y los trofeos que ha acumulado en sus repletas vitrinas.
El Hamburgo ostenta el orgulloso honor de ser la única escuadra de las dieciséis que en 1963 fundaron la Bundesliga que ha permanecido de manera ininterrumpida desde entonces en la máxima categoría del fútbol teutón. A partir de esa fecha ha logrado tres campeonatos (1978/79, 1981/82 y 1982/83), a los que hay sumar los de 1922, 1923, 1927/28 y 1959/60.
Mención especial merece el año mágico del equipo 1983 en el que consiguió, además de la liga mencionada, imponerse en la final de la Copa de Europa previamente superó en semifinales a la Real Sociedad en una polémica eliminatoria a la Juventus de Platini y Rossi, gracias a un gol de Felix Magath.
La escuadra hanseática ya había avisado de su poderío unos años antes, cuando se impuso en la Recopa (1977), y su palmarés se engrosa con tres Copas de Alemania (1963, 1976 y 1987), y dos Copas de la Liga (1973 y 2003), siendo éste su más reciente trofeo cosechado.
Esa trayectoria, unida a la enorme repercusión social que genera un equipo de estas características 30.000 socios y uno de los clubes deportivos más grandes del país, no hubiera podido materializarse sin la participación en sus filas de jugadores de contrastada calidad en el fútbol europeo.
El goleador Uwe Seeler marcó una época en los años sesenta, consiguiendo ser el máximo anotador del torneo germano de la regularidad en 1964. Su carrera le llevó a disputar nada menos que cuatro mundiales y convertirse en uno de los mitos vivos del fútbol teutón.
El Hamburgo acusó sobremanera la retirada de Seeler y tuvo que tirar de chequera para encontrar al hombre que volviera a ilusionar a su hinchada. Medio millón de libras tuvieron la culpa de que el jugador más cotizado del fútbol inglés por aquel entonces, Kevin Keegan, recalara en 1977 en el equipo alemán, tras haber ayudado al Liverpool a obtener la Copa de Europa un año antes.
A pesar de permanecer sólo tres años en las filas del conjunto hanseático, el denominado “Super ratón” caló hondo en la hinchada local y su presencia sirvió para ayudar al crecimiento futbolístico de jugadores como Kaltz y Hrubesch y sentar las bases de los éxitos de principios de los 80.
A la lista de grandes futbolistas que han militado en el Hamburgo hay que sumar el nombre de Franz Beckenbauer, que llegó en el ocaso de su carrera deportiva, Jakobs, Stein, Bastrup o el actual míster del equipo, Thomas Doll, quien también hizo sus pinitos en tierras transalpinas, concretamente en el Lazio.
Dos décadas de sequía
Pero toda esa flamante trayectoria se ha visto truncada en las dos últimas décadas, transformándose el Hamburgo en una nave sin rumbo que en los últimos años su presidente, Bernd Hoffmann, ha tratado de reflotar con la renovación del equipo y caras adquisiciones.
Sólo una Copa de la Liga hace tres años y la inauguración del estadio con el comienzo del nuevo milenio han sido las únicas alegrías que el equipo hanseático ha dado a su afición. Mientras tanto, las arcas alemanas no han tenido tregua a la hora de afrontar costosos traspasos de jugadores llamados a ser figuras.
La última de ellas, Rafael Van der Vaart, fichado en mayo de 2005, se ha convertido en el referente de esta escuadra. Sin embargo, el centrocampista ofensivo de madre gaditana no pudo contribuir mucho con su fútbol a la recuperación liguera que protagonizó la pasada campaña el Hamburgo, que fue durante muchas jornadas la alternativa al título frente al Bayern de Munich, pero que acabó siendo tercero, al caer en propio feudo ante el Werder Bremen en el último partido.
El “Plan Renove” de los hanseáticos para esta próxima temporada ha provocado la salida de futbolistas carismáticos para la grada del AOL Arena, caso del bosnio Barbarez, el central Van Buyten, o el delantero brasileño Ailton, que no cuajó. Ello ha obligado a rascarse el bolsillo, especialmente en lo que se refiere a jugadores ofensivos. Así, han arribado el peruano Paolo Guerrero y el marfileño Boubacar Sanogo.
La incógnita radica en si Doll podrá ensamblar a los recién llegados para conseguir reverdecer viejos laureles, sobre todo en Europa. Ahora se les presenta la posibilidad de hacerlo en la máxima competición futbolística del viejo continente, en una eliminatoria en la que Osasuna no quiere ser convidado de piedra y sí quien prolongue la mala racha de los alemanes.
Mientras llega la hora del atractivo duelo, la afición rojilla puede disfrutar del ambiente futbolístico que se respira en las calles y algunos bares futboleros de la ciudad:Hermann & Rossi (Friedrichstrabe, 52), Schramme 10 (Schrammsweg, 10), Zum Kicker (Clemens-Schulz-Strabe, 18), La Paloma (Friedrichstr, 11), Blauer Peter IV (Hamburger Berg, 19), o Palette (Erikastrabe, 47).
Wachter.
Un guardameta que destaca por su gran seguridad. Va a iniciar su sexta temporada en el Hamburgo, tras formar parte de la plantilla de varios equipos alemanes. Kirschstein es el habitual portero suplente.Mahdavikia. El más veterano de la plantilla, destaca más por su vocación atacante desde el lateral derecho que por su actitud defensiva. El iraní es un excelente lanzador de faltas experiementado y efectivo.
Boulahrouz. Internacional con Holanda, se trata de un central duro y corpulento, al que ya tuvo que padecer el portugués Cristiano Ronaldo con una entrada de escalofrío en el pasado Mundial.
Kompany. Incorporado a principios de julio del Anderlecht para hacer olvidar a Van Buyten, el belga es uno de los centrales más prometedores del viejo continente. Estuvo en la agenda de varios clubes.
Atouba. Prácticamente lesionado durante toda la pretemporada, el camerunés estará a disposición de Thomas Doll. Rápido y fuerte, fue un fijo en las alineaciones de la pasada campaña.
Wicky. Uno de los puntales de la escuadra alemana. Realiza labores de pivote defensivo, a diferencia de su posición en el combinado suizo, donde suele jugar más por la banda derecha.
Jarolim. Un todoterreno para el centro del campo. El internacional checo pone el sacrificio y la garra en la ingrata tarea de recuperar balones y apoyar a la defensa. Cubre las subidas de Mahdavikia.
Trochowski. Con inclinación a desenvolverse entre la medular y la banda izquierda, el polaco no sólo aporta trabajo, sino también calidad y ayudas en tareas de creación. Uno de los más cualificados técnicamente.
Van der Vaart. La estrella del equipo. Por él pasa todo el juego ofensivo del equipo. Con carácter y maneras de figura, no ha terminado de dar todo lo que de él se esperaba, aunque juventud no le falta.
Guerrero. Hace honor a su apellido. Su apariencia, al más puro estilo cherokee, y su forma de jugar le convierten en un delantero difícil de marcar. Escorado a la izquierda, es rápido y no duda en usar los codos.
Sanogo. La última incorporación del Hamburgo. Forma pareja inédita de atacantes con el peruano Guerrero. Procede del descendido Kaiserslautern. Un atacante fornido.
