BUDAPEST
El primer ministro de Hungría, Ferenc Gyurcsany, era el centro de un escándalo no habitual tras reconocer que mintió conscientemente a los electores para ocultar un programa de austeridad económica draconiano.La radio pública difundió a última hora del domingo la grabación de un discurso a puerta cerrada del primer ministro a los diputados del Partido Socialista en mayo pasado, en el que se le oye confesar la mentira. Gyurcsany admitió ayer laautenticidad de la grabación.
«Nos hemos enmierdado. Nadie en Europa hace semejantes gilipolleces; sólo nosotros (...) hemos mentido a lo largo de los últimos dos años», declaró cándidamente el jefe de Gobierno.
«Lo sabíamos todo, y durante la campaña electoral hemos guardado el secreto sobre lo que había que hacer, sobre lo que ya pensábamos hacer tras la victoria, hay que ponerse a trabajar», añadió el primer ministro.
Incremento de los salarios
La coalición socialista-liberal incrementó los salarios justo antes y fue reelegida para seguir en el Gobierno en las elecciones del pasado mes de abril.Vencedor en los comicios con un programa en el que prometía garantizar el crecimiento económico de Hungría sin plegarse a las exigencias neoliberales de la UE, Gyurcsany anunció en enero su draconiano plan.
La filtración de su confesión de haber simplemente timado al electorado ha provocado la ira de la oposición de derecha.
Gyurcsany, que decidió publicar su confesión integral en su blog, se defendió de una manera peculiar. «El verdadero problema de Hungría es que no ha sabido hacer frente a las mentiras y a las medias verdades de los últimos 16 años. La mentira es el crimen de la clase política húngara, la nuestra y la de ellos», señaló en referencia a la oposición.