KABUL
Los ataques de la resistencia se suceden en Afganistán. La pronvincia sureña de Kandahar, la capital, Kabul, y Herat, en el oeste del país, fueron escenario ayer de sendos atentados que dejaron un saldo de al menos 18 muertos, además de un ataque con explosivos contra un convoy militar epañol que no causó víctimas en el sur de la provincia de Farah.
Horas antes, el teniente general británico David Richards, máximo cargo de la OTAN en el país, aseguraba que la operación «Medusa» en el sur del país en los distritos de Panjwai, Zhari y Pashmul «ha terminado con éxito». Richards aseguraba que la «reconstrucción y el desarrollo» comenzarían en la zona porque los talibán habían sido expulsados del área.
Horas después, sin embargo, un atentado suicida en Kandahar, los extranjeros no precisaron el lugar, se cobraba la vida de cuatro soldados canadienses y debaja heridos a un numero indeterminados de soldados y civiles. Al parecer, un kamikaze montado en bicicleta hacía estallar la carga que portaba tras acercarse a una patrulla de ocupantes canadienses.
Con estas bajas son ya 28 los militares de Canadá muertos en Afganistán en lo que va de año.
Asimismo, en Kabul perdían la vida tres policías por la explosión de un coche bomba conducido por un suicida, según fuentes oficiales. El ataque tenía lugar en el este de la capital, en la carretera hacia Jalalabad, escenario de frecuentes ataques porque allí se encuentran numerosos cuarteles de las fuerzas extranjeras y de sus aliados locales.
Entretanto, en Herat, al oeste del país, un atentado, también suicida según la autoridades títeres, mataba a once personas, entre ellas cuatro policías, y dejaba heridas a otras 18.
El ataque se producía ante la gran mezquita de la ciudad, que en esos momentos era visitada por un alto responsable policial.
Entretanto, la OTANanuncia ya nuevas ofensivas. Ayer comenzaba en la provincia de Farah donde fueron atacadas ayer las tropas españolas con participación de estadounidenses, italianos y españoles. Asimismo, la OTAN ha bautizado como «Furia de la montaña» la ofensiva contra la resistencia en las provincias de Paktika, Jost, Ghazni, Paktia y Logar, en el centro y el este del país.
Por otro lado, el partido populista Samoobrona, que integra la coalición gubernamental polaca, anunció ayer que hoy presentará sendas mociones para impedir el envío de 1.000 soldados polacos a Afganistán y exigir la retirada de los 600 que están desplegados en Irak.