Raimundo Fitero
Carrusel deportivo
La intención de La Sexta es hacer un carrusel deportivo televisivo. Una vieja aspiración de varias cadenas, que la BBC lo lleva haciendo desde hace más de treinta años. Retransmitir algún o algunos partidos en directo, y conexiones con los campos cuando se producen los goles. Es una opción que no ha acabado de funcionar, quizás por falta de convicción. Ahora con Patxi Alonso, que en otras aventuras dominicales ya lo intentó, aunque sin las posibilidades reales actuales, al tener los derechos en exclusiva, y una clara vocación empresarial en hacer del fútbol la auténtica bandera identitaria de la cadena, junto al humor, a raudales, por quintales, pero sin graduación cualitativa.El sábado en una situación tan claustrofóbica como es un aeropuerto, la pantalla del único lugar donde daban comida y bebida, mala, a precio de alta restauración, estaba conectada a La Sexta, por lo que las sensaciones vienen condicionadas. Una hora antes ya estaban dando información, con personal en el plató, el mismo que inauguraron cuando el Mundial, con los tres comentaristas llegando a su lugar de trabajo, es decir Andrés Montes, el narrador, Julio Salinas el complemento directo, y Jukischt, que perteneció a la disciplina del Deportivo de A Coruña. En los alrededores del estadio, un reportero, otro en un plató improvisado en un hotel, dos más por diversas dependencias del estadio. Es decir, un despliegue realmente importante. Y todo para estar más de una hora repitiendo imágenes, buscando las alineaciones, es decir, un exceso, que en otro sábado, con otros partidos en marcha, hubiera tenido bastante más ritmo. Y vamos a lo esencial, la retransmisión. Andrés Montes es un monstruo. Dice, recalcando, “fubol”, comiéndose esta letra, la te, tan molesta también para el presidente de la Federación española, el vasco Villar. Pero lo hace con muy buen rollo. “La vida puede ser maravillosa” es su eslogan que repite, y a partir de ahí llega el espectáculo, las apreciaciones, los gritos a sus invitados, especialmente a Salinas, “Julito, Julito, dime algo” y Julito dice, entre risas, algo. Todo lleva a un marco de diversión, vitalista. Buscando el carrusel deportivo. -
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