La enfermedad del chancro resinoso se implanta en los bosques guipuzcoanos
La Diputación de Gipuzkoa está elaborando un estudio para determinar la incidencia y localización del chancro resinoso, una enfermedad de reciente introducción que afecta a los árboles, en especial al pino insignis. Esta enfermedad, que actualmente no tiene tratamiento posible, reseca los árboles y puede causarles la muerte. Cuando se detecta se debe talar el bosque y quemar la corteza de los árboles para intentar erradicarla.
DONOSTIA
La zona noroeste de Gipuzkoa está siendo la más afectada por el chancro resinoso, una enfermedad de reciente introducción que afecta a los árboles, en especial al pino insignis, y que no tiene tratamiento posible, según informó ayer el diputado para el Desarrollo Rural, Rafael Uribarren. Uribarren compareció en las Juntas Generales de Gipuzkoa a petición de Aralar para explicar la situación de esta enfermedad y las medidas que la Diputación ha adoptado para su control.
El chancro resinoso es una enfermedad causada por un hongo, el «Fusarium circinatum Niremberg» que reseca los árboles y que puede causarles la muerte. Tras detectar su extensión en los últimos años, la Diputación está elaborando un estudio para determinar su incidencia y localización, por lo que aún no dispone de datos concretos respecto a la implantación de esta enfermedad en los bosques guipuzcoanos, aunque sí adelantó que se ha apreciado mayor afectación en la zona nororiental del herrialde. Otro dato del que ya disponen los técnicos del departamento para el Desarrollo Rural se refiere a que la enfermedad afecta más a los pinos jóvenes, de entre 10 y 20 años.
La Diputación está efectuando inspecciones en todos los bosques de Gipuzkoa, así como en los viveros de semillas, en los que se han tomado muestras para su análisis en los laboratorios de las instalaciones de Fraisoro, en Zizurkil. También se están controlando los parques de madera, ya que son posibles focos de propagación de esta enfermedad, para la que no existe ningún tipo de tratamiento. Cuando se detecta el chancro resinoso se debe talar el bosque y quemar la corteza de los árboles, cuya madera puede ser aprovechada fundamentalmente por la industria papelera.
La Diputación ha aprobado este verano una línea de ayudas para los afectados, que recibirán 2.400 euros por hectárea para la eliminación del arbolado afectado y 1.800 euros por hectárea para los trabajos de limpieza de los restos de corta.
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