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«Para la selección vasca participar oficialmente ya sería una victoria»

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un espíritu

de selección

Martxel Toledo

Juega en los frontones, camina en la montaña y lee las páginas de competición, pero sabe que el deporte va más allá de la afición y el sentimiento. Por ello  reclama un espacio en el mundo para los deportistas vascos. Con selección propia, como los demás. Él también tuvo que jugar con colores que no sentía, pero no guarda rencor. Sólo pide respeto. Sin imponer, pero sin impedir.

Texto:  Fermin MUNARRIZ  • Fotografías: Lander FDEZ. ARROYABE

¿Qué siente cuando ve a deportistas vascos compitiendo en las selecciones de España y Francia?

Me produce una sensación de tristeza que deportistas vascos, tanto de Iparralde como de Hegoalde, no puedan competir en su selección, la vasca. Estando en los tiempos en que estamos, un deportista vasco debería tener, al menos, la posibilidad de elegir. Nosotros no somos de la opinión de obligar a todo deportista vasco a que compita con la selección vasca, sino que aquel que quiera competir con la vasca tenga la misma posibilidad de hacerlo.

¿Se podría resumir en «no imponer, no impedir», quizá?

Efectivamente, yo creo que ésa es la palabra clave. En estos momentos hay deportistas vascos cuyo objetivo es competir al mejor nivel, a nivel internacional, y no tienen esa opción; por lo tanto, reivindicamos la opción de poder elegir la selección que se quiera; o sea, que los deportistas vascos puedan elegir competir con la selección vasca.

Al ser una nación -como es Euskal Herria- tenemos derecho a participar en igualdad de condiciones con otras naciones. Es una reivindicación mayoritaria de la sociedad vasca.

¿Hasta el momento de tener selección propia, nuestros deportistas deben competir con los colores españoles o franceses?

Repito lo de antes: reivindicamos la opción a elegir. El día en que el deportista vasco tenga la opción de elegir entre la selección vasca, la española o la francesa, la selección ya será oficial.

¿Se alegra cuando un deportista vasco consigue triunfos en otras selecciones?

Como deportistas, por supuesto que me alegro de todos los triunfos de los vascos, independientemente de su forma de pensar o de actuar. Somos conscientes de que, en estos momentos, a la hora de participar en una competición internacional no hay otra opción que jugar con esas selecciones.

Usted mismo llegó a competir en la selección española de pelota en el pasado. ¿Cómo se vive el ser deportista y tener que jugar con unos colores que no se sienten como propios?

Por una parte, todo deportista quiere disputar al máximo nivel en una competición internacional. En 1982 yo tuve la suerte -digamos- de jugar el Mundial de Pelota Vasca en México contra Argentina, Venezuela, Francia... Para todo deportista que tiene ese objetivo es una satisfacción inmensa poder jugar. Por otro lado, estás incómodo con una selección que no consideras tuya, pero para jugar un mundial de pelota obligatoriamente tienes que hacerlo con esa selección. Yo no guardo ningún rencor ni a la federación española ni a la francesa, pero creo que los pelotaris vascos deberían tener la opción de poder elegir. No olvidemos, además, que en la pelota vasca, como bien dice su nombre, la mayoría de pelotaris que juegan un mundial son vascos; por lo tanto, tener que jugar con Francia o con España es una cosa contra natura.

Muchos deportistas vascos han destacado en selecciones españolas o francesas pese a que su deseo sería competir en la vasca. Supongo que ustedes han hablado con algunos de ellos. ¿Qué opinión les transmiten? ¿Existe miedo a represalias?

Una de las obligaciones que tiene un deportista profesional es acudir cuando es llamado por su federación y es seleccionado para jugar una competición internacional; debe de hacerlo a pesar de lo que él personalmente pueda pensar. Un deportista puede no querer jugar pero está obligado porque la propia federación le puede quitar la licencia, con lo cual ya no podría competir más. Por lo tanto, es muy fácil decir que si se siente vasco no juegue... Está obligado a jugar -digamos «obligado» entre comillas- porque corre ese peligro. De hecho ha habido casos de deportistas recriminados.

¿Conoce deportistas que se han negado a competir con las selecciones española o francesa?

Sí, por supuesto.

¿En qué deportes?

Pelota, fútbol, rugby... No sería muy elegante decir nombres... Existen. De hecho, hay deportistas que públicamente lo han dicho y otros que no, pero sí hemos sabido a través de sus clubes que, cuando han sido llamados, han dicho que no querían jugar y han negociado con el club para que a la hora de elegir el seleccionador no les escoja y entonces no ha habido problemas ni para la federación ni para el propio jugador. De esta manera, la federación está evitando que esa reivindicación salga a la calle, porque si el deportista dice que no juega y, además, da las razones, la federación entiende que eso reactivaría la reivindicación. Por su parte, el propio deportista podría sentir miedo al tener que jugar en partidos de la liga española con el follón que se podría organizar. A través de la prensa se alimentan este tipo de polémicas, y yo entiendo que el deportista no juegue y no lo diga públicamente.

¿Qué le parece la actitud que mantienen las administraciones locales y autonómicas en el tema de la selección vasca?

De cara a la galería, el Gobierno vasco -más que el navarro- ha dado algún paso intentando llegar a acuerdos en el Parlamento, pero los que conocemos su actitud -y no hablo sólo de Patxi López, sino del anterior también- sabemos que nunca ha habido una voluntad política de dar pasos en firme, porque es obvio que el reconocimiento de las selecciones vascas -aunque sea deporte- es cuestión de voluntad política. Al fin y al cabo, esto se tiene que negociar a nivel internacional, entre gobiernos, y tanto el gobierno español como el francés no están por la labor.

Ha habido algunas iniciativas en el Parlamento de Gasteiz y en el de Madrid -a propuesta de ERC-, pero nunca han prosperado. ¿Es ésa la vía?

Una cosa no quita la otra, pero yo creo que ese tipo de acuerdos y de proposiciones no de ley sirven de cara a la galería, pero no sirven de nada para conseguir la oficialidad, como se ha demostrado. Hace quince años que esta reivindicación es una cosa natural, pero de entonces aquí, salvo casos muy aislados, las instituciones no han dado pasos firmes; con otro tipo de voluntad política hoy no estaríamos hablando de una reivindicación sino de un logro.

¿Cree que la sociedad vasca va por delante de las instituciones en este terreno?

Sin lugar a dudas. Yo creo que la sociedad entiende como suya una selección vasca, pero estos pasos los tienen que dar también los respectivos gobiernos si verdaderamente sienten como propia esta reivindicación.

En algunos foros se llegan a plantear propuestas, incluso, de retirarse de las ligas española y francesa en algunos deportes...

Creo que es un argumento muy pobre. Muchas veces se dice que para hacer una selección oficial tiene que haber una liga propia. Se dice que la Real, el Athletic, Osasuna... deberían jugar una liga entre ellos, pero eso no tendría ningún valor. Cae por su propio peso. Nosotros no tenemos ligas propias -excepto en pelota- y además los reglamentos de las federaciones internacionales no exigen, salvo algún caso excepcional, que se tenga ligas propias. Andorra, por ejemplo, está jugando en una liga que no es propia y tiene selección. Y hay otros casos. Ese argumento no es válido; es un argumento que utiliza el enemigo para poder distraer y llevar el término de la reivindicación por otros senderos. También se dice que se debe ser un estado para tener una selección propia y tampoco es verdad. Hay 26 naciones sin estado que están participando en competiciones internacionales: Escocia, Gales, las Feroe, etc... Ese argumento tampoco sirve. La cuestión es que si el día de mañana Euskal Herria fuera oficial a nivel de los deportes, se entendería como una nación independiente, y yo creo que es ahí donde tienen miedo.

¿Cree que la alianza entre fuerzas abertzales puede contribuir a la reclamación de la oficialidad de la selección vasca?

Evidentemente que sí. Toda unión de fuerzas es necesaria. Antes he comentado que tiene que haber voluntad política para seguir dando pasos y, por lo tanto, este tipo de alianzas soberanistas entre partidos abertzales -y que además creen que este país necesita una selección propia- es necesaria para la oficialidad. Además, la vemos con satisfacción porque entendemos que ésa es la vía. En estos momentos, sabemos que el gobierno de Gasteiz -tanto Patxi López como el PSE y el PP- no tienen ninguna voluntad de seguir dando pasos. En la Comunidad Foral pasa algo parecido o peor. Y en Iparralde, el no haber instituciones sigue siendo un problema. Por eso entendemos que este tipo de alianzas entre fuerzas soberanistas es un paso importante para que alguien pueda llevar este tipo de iniciativas a donde tienen que llegar.

Mayo de 2009, Valencia, final de la Copa del Rey: Barça-Athletic... Pitada generalizada y de espaldas al Jefe de Estado español en reivindicación de las selecciones nacionales, tanto catalana como vasca. Podría parecer que ganó el partido ESAIT...

Yo creo que fue un triunfo de la gente... Creo que en este tipo de reivindicaciones lo que hace ESAIT es incidir, pero al final el mérito es de la afición; primero, porque es capaz de entender el mensaje que se da y, por otra parte, porque aquello fue histórico: no solamente los aficionados vascos sino también los catalanes, todo el mundo puesto de pie, dando la espalda y silbando... Es una forma natural de reivindicar cada uno la selección que desea y de recordar que hay un estado, representado por unos reyes, que está negando la oficialidad a países como Euskal Herria y Catalunya. La gente lo entiende perfectamente.

Otras naciones sin estado sí tienen presencia en las competiciones internacionales: Escocia, Gales... ¿Qué siente al ver que otros países sí tienen su representación y los vascos no?

Envidia sana. Los enemigos de la oficialidad de la selección vasca argumentan que Euskal Herria no es estado y por ello no tiene ese derecho. Sin embargo, ese argumento no es sólido puesto que hay naciones sin estado que juegan en campeonatos mundiales en algunos deportes. Por otra parte, ver que otras naciones como la nuestra acceden a la oficialidad también nos da esperanza y nos carga de moral y ánimo para seguir luchando.

Si recordamos la polémica por el spot Euskal Herria-Brasil o visitamos algunos foros, llama la atención la reacción tan furibunda que despierta el tema entre los opositores a la selección vasca... ¿Por qué?

Yo creo que es por el odio que tienen algunos a todo lo que suene a vasco, y ahí el deporte juega un papel importante. Por otra parte, tú puedes sentir como tuya una selección pero por eso no debes descalificar a las demás... En los foros estamos viendo esta utilización virulenta del tema para intentar argumentar algo que no se sostiene: que no tenemos estado, que no tenemos liga propia, que todo es España, que por qué no sentimos la selección española como algo nuestro... Allá cada uno con su conciencia; nosotros la tenemos tranquila: no vamos en contra de nadie ni de nada. Reclamamos algo que entendemos que tenemos derecho a reclamar.

El deporte levanta pasiones...

Sí, sí...

Y sentimientos...

Sentimientos, pasiones... Además, el deporte es utilizado por los gobiernos para maquillar de alguna forma su papel. Por ejemplo, no es casualidad que [el presidente del gobierno español] Rodríguez Zapatero utilizara el día en que la selección española jugaba su primer partido en el mundial de fútbol para aprobar la reforma laboral...

En la Comunidad Autónoma Vasca, por ejemplo, en nombre de la normalidad se ha traído la Copa del Rey de Baloncesto, se ha pedido a la selección española de fútbol que venga a jugar, se propone que pase la Vuelta a España, se han incorporado rótulos de España al autobús de Euskaltel... ¿El deporte es un instrumento político?

Por supuesto que es un instrumento político. Ellos saben que esa normalidad no existe. Sería normal que la selección española viniera a jugar a Euskal Herria pero contra la selección vasca. No tenemos ningún problema en decir que la selección española no estaría mal vista aquí siempre y cuando viniera a jugar contra la selección vasca. En el caso de los rótulos es obvio que el Gobierno ha utilizado dinero público para hacer política con el deporte -y en este caso sabiendo que Euskaltel-Euskadi está formado por deportistas vascos en su totalidad-, intentando de alguna forma hacer una unión entre Euskadi y España. La gran mayoría de los vascos y vascas sabemos que eso no es normal, pero el Gobierno está en las manos en que está y utiliza el deporte para sus intereses.

Sospecho que un partido de fútbol entre las selecciones vasca y española abarrotaría cualquier estadio...

Sí, y ese caso sí sería una cuestión de normalidad general. Además, sería bien visto por todos. En ESAIT no estamos en contra de España, no estamos en contra de los españoles... pero tenemos que ser conscientes de que si la selección de Euskal Herria no es oficial, el motivo más importante es que los gobiernos español y francés no quieren y no dejan dar esos pasos.

Existen pocas relaciones deportivas entre Hego e Ipar Euskal Herria. ¿El intercambio de jugadores, de competiciones, podría incentivar la unidad territorial?

Sí. Es además uno de los argumentos de ESAIT: la unión entre los siete herrialdes en las federaciones vascas -digamos federaciones nacionales-. Esta reivindicación está en la mesa desde hace mucho tiempo y, de hecho, se han dado algunos pasos. A nivel de pelota, sí existen encuentros entre gente de Iparralde y Hegoalde; en el rugby, cada vez es más importante la presencia de deportistas de Iparralde jugando en Hegoalde... Nosotros entendemos la selección de Euskal Herria formada por siete herrialdes.

Ahora tenemos el Tour encima. ¿Una firma empresarial puede representar a una nación? ¿Podemos considerar Euskaltel-Euskadi una especie de selección de ciclistas vascos?

Podemos entender que Euskaltel-Euskadi es un club, nacido con una filosofía vasca, representada con deportistas vascos de alto nivel. Es un dato que está ahí y que es muy positivo. Ahora, en otros equipos también hay ciclistas vascos que podrían tener -y de hecho tienen- el nivel de los ciclistas del Euskaltel. En el Tour animamos a todos los ciclistas vascos, tanto sean de Euskaltel o sean de otro club.

La financiación puede ser otra vía de desnaturalización de deportistas vascos. El patrocinio del montañismo es quizá el más llamativo. ¿Los vascos somos conscientes de que alcanzar la elite mundial cuesta dinero?

Es una realidad: una empresa invierte su dinero para conseguir unos objetivos a través de unos deportistas. Pero peor que eso es que firmas vascas o la propia administración de Gasteiz, por ejemplo, pague a deportistas vascos para que consigan triunfos para otra nación que no es la vasca. Yo creo que eso es más incoherente, independientemente de que ese deportista vasco tiene el derecho a recibir una beca... Pero me parece incoherente que un gobierno vasco aporte dinero sabiendo que ese deportista no va a representar a Euskal Herria, sino a un país que casualmente es el que le está negando la oficialidad.

¿En qué deportes Euskal Herria podría resultar competitiva en el escenario internacional?

En muchos. En ciclismo tenemos casos; en montaña, evidentemente; en fútbol sería una selección potente; en mujeres tenemos también deportistas de nivel; en triatlón, en surf, rugby... Pero independientemente de las medallas, está la reivindicación de la oficialidad... Ahora el objetivo no es ganar medallas sino representar a una nación propia.

¿Lo importante, entonces, es participar?

Para la selección vasca participar sería ya una victoria. El siguiente paso sería ganar o estar arriba -que es el objetivo de un deportista: las medallas, el podio-. En estos momentos, sería ya una victoria que Euskal Herria estuviera presente con una selección propia en una competición internacional: con su himno, con la ikurriña, los jugadores desfilando orgullosamente con su propia selección...

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